Rincón Literario 1999


Los sueños, en "Atlas" (fragmento)

Mi cuerpo físico puede estar en Lucerna, en Colorado o en El Cairo, pero al despertarme cada mañana, al retomar el hábito de ser Borges, emerjo invariablemente de un sueño que ocurre en Buenos Aires. Las imágenes pueden ser cordilleras, ciénagas con andamios, escaleras de caracol que se hunden en sótanos, médanos cuya arena debo contar, pero cualquiera de esas cosas es una bocacalle precisa del barrio de Palermo o del Sur. En la vigilia estoy siempre en el centro de una vaga neblina luminosa de tinte gris y azul; veo en los sueños o converso con muertos, sin que ninguna de esas dos cosas me asombre. Nunca sueño con el presente sino con un Buenos Aires pretérito y con las galerías y claraboyas de la Biblioteca Nacional en la calle México. Quiere todo esto decir que, más allá de mi voluntad y de mi conciencia, soy irreparablemente, incomprensiblemente porteño?

Jorge Luis Borges




De Polonio a Laertes, en "Hamlet" (fragmento)

...No publiques con facilidad lo que piensas, ni ejecutes cosa no bien premeditada primero. Debes ser afable, pero no vulgar en el trato. Une a tu alma con vinculos de acero aquellos amigos que adoptaste despues de examinada su conducta; pero no acaricies con mano prodiga a los que acaban de salir del cascaron y aun estan sin plumas. Huye siempre de mezclarte en disputas; pero una vez metido en ellas, obra de manera que tu contrario huya de ti. Presta el oido a todos, y a pocos la voz. Oye las censuras de los demas, pero reserva tu propia opinion. Sea tu vestido tan costoso cuanto tus facultades lo permitan, pero no afectado en su hechura;  rico, no extravagante; porque el traje dice por lo comun quien es el sujeto, y los caballeros y principales senores franceses tiene el gusto muy delicado en esta materia. Procura no dar ni pedir prestado a nadie; porque el que presta suele perder a un tiempo el diner y el amigo, y el que se  acostumbra a pedir prestado falta al espiritu de economia y buen orden que nos es tan util. Pero sobre todo, usa de ingenuidad contigo mismo, y no podras ser falso con los demas, consecuencia tan necesarioa como que la noche suceda al dia...

William Shakespeare




Música para Camaleones (fragmento)

"Todos estos son ejemplos de terror específico. Sin embargo, nuestros verdaderos temores son el ruido de pisadas que recorren los corredores de la mente, y las ansiedades, las fantasmales imaginaciones que originan.

P: Tiene algún 'lema'?
R: Una especie de lema. Lo escribí en un diario, de escolar: Aspiro. No sé por qué elegí esa palabra. Es rara, y me gusta la ambigüedad; a qué aspiro, al Cielo, o al Infierno? Sea como fuere, suena innegablemenente, noble".

Truman Capote




El mar y las campanas (fragmento)

Cuando yo decidí quedarme claro
y buscar mano a mano la desdicha
para jugar a los dados,
encontré a la mujer que me acompaña
a troche y moche y noche,
a nube y a silencio.

Matilde es ésta,
ésta se llama así
desde Chillán,
y llueva
o truene o salga
el día con su pelo azul
o la noche delgada,
ella,
déle que déle
lista para mi piel,
para mi espacio,
abriendo todas las ventanas del mar
para que vuele la palabra escrita,
para que se llenen los muebles
de signos silenciosos,
de fuego verde.

Pablo Neruda




El templo de Poseidón, en "Atlas" (fragmento)

No hay una sola cosa en el mundo que no sea misteriosa, pero ese misterio es más evidente en determinadas cosas que en otras. En el mar, en el color amarillo, en los ojos de los ancianos y en la música.

Jorge Luis Borges




El desierto, en "Atlas" (fragmento)

A unos trescientos o cuatrocientos metros de la Pirámide me incliné, tomé un puñado de arena, lo dejé caer silenciosamente un poco más lejos y dije en voz baja: Estoy modificando el Sahara. El hecho era mínimo, pero las no ingeniosas palabras eran exactas y pensé que había sido necesaria toda mi vida para que yo pudiera decirlas. La memoria de aquel momento es una de las más significativas de mi estadía en Egipto.

Jorge Luis Borges




Los justos

Un hombre que cultiva su jardin, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un cafe del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipografo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Estas personas, que se ignoran, estan salvando el mundo.

Jorge Luis Borges




El gaucho Martín Fierro (última estrofa)

Cruz y Fierro de una estancia
una tropilla se arriaron:
por delante se la echaron
como criollos entendidos,
y pronto sin ser sentidos
por la frontera cruzaron.

Y cuando la habian pasao,
una madrugada clara,
le dijo Cruz que mirara
Las últimas poblaciones,
y a Fierro dos lagrimones
le rodaron por la cara.

José Hernández




La vuelta de Martín Fierro (fragmento)

Me llevó consigo un viejo
que pronto mostró la hilacha.
Dejaba ver por la facha
que era medio cimarrón,
muy renegao, muy ladrón,
y lo llamaban Vizcacha.

Hacéte amigo del juez,
no le des de qué quejarse;
y cuando  quiera enojarse,
vos te debés encoger,
pues siempre es güeno tener
palenque ande ir a rascarse.

José Hernández




El mar y las campanas (fragmento)

Hoy a ti: larga eres
como el cuerpo de Chile, y delicada
como una flor de anís,
y en cada rama guardas testimonio
de nuestras indelebles primaveras:
Qué día es hoy? Tu día.
Y mañana es ayer, no ha sucedido,
no se fue ningún día de tus manos:
guardas el sol, la tierra, las violetas
en tu pequeña sombra cuando duermes.
Y así cada mañana
me regalas la vida.

Pablo Neruda




El otro, en "El Libro de Arena" (fragmento)

"En lo que se refiere a la historia... Hubo otra guerra, casi entre los mismos antagonistas. Francia no tardó en capitular; Inglaterra y América libraron contra un dictador alemán, que se llamaba Hitler, la cíclica batalla de Waterloo. Buenos Aires, hacia 1946, engendró otro Rosas, bastante parecido a nuestro pariente. El 55, la provincia de Córdoba nos salvó, como antes Entre Ríos. Ahora, las cosas andan mal. Rusia está apoderándose del planeta; América, trabada por la superstición de la democracia, no se resuelve a ser un imperio. Cada día que pasa nuestro país es más provinciano. Más provinciano y mas engreído, como si cerrara los ojos. No me sorprendería que la enseñanza del latín fuera reemplazada por la del guaraní."

Jorge Luis Borges




Vueltas nocturnas, en "Música para camaleones" (fragmento)

P: Cree en Dios, o en algún poder superior?
R: Creo en la vida después de la muerte. Es decir, me atrae la idea de la reencarnación
P: En su otra vida, cómo le gustaría ser reencarnado?
R: Como un pájaro, preferentemente un buitre. El buitre no tiene que preocuparse por su apariencia ni por su habilidad para seducir y agradar. No tiene que darse importancia. Nadie lo querrá, de todos modos: es feo, indeseable, mal recibido en todas partes. La libertad que eso ofrece es envidiable. Por otra parte, no me importaría ser una tortuga marina. Pueden caminar en la tierra, y conocen los secretos de las profundidades del océano. Además, viven mucho, y sus ojos encapotados acumulan sabiduría.
P: Si le concedieran un deseo, qué pediría?
R: Despertarme una mañana y sentir que por fin soy una persona adulta, sin resentimientos ni pensamienteos de venganza, sin ninguna emoción infantil ni inútil. En otras palabras, hallarme a mí mismo como una persona madura.

Truman Capote




Vueltas nocturnas, en "Música para camaleones" (fragmento)

"Pensé en San Julián. En el cuento de Flaubert, San Julián el hospitalario
Hay una parte del cuento que tengo muy borrosa. De todos modos, de alguna manera Julián mata a su padre y a su madre. Un accidente de caza? Algo así, algo terrible. Se convirtió en un paria, en un penitente. Vagó por el mundo, descalzo y en harapos, buscando el perdón. Se volvió viejo y enfermo. Una noche de frío, estaba esperando junto a un río a que lo cruzara un remero. Sería la Estigia? Porque Julián se estaba muriendo. Mientras esperaba, apareción un viejo asqueroso. Era leproso, y tenía pústulas en los ojos, la boca inmunda y podrida. Julián no lo sabía, pero ese hombre repulsivo era Dios. Y Dios lo puso a prueba para ver si todos los sufrimientos habían cambiado de verdad el salvaje corazón de Julián. Le dijo que tenía frío, y le pidió compartir su frazada. Julián lo hizo. Después el leproso quiso que Julián lo abrazara, y Julián lo abrazó. Luego hizo un último pedido: que besara sus labios enfermos y podridos. Julián lo besó. Entonces Julián y el viejo leproso, de repente transformado en una visión rediante, juntos ascendieron al cielo. Y así fue que Julián se conviertió en San Julián".

Truman Capote




Utopía de un hombre que está cansado, en "El libro de Arena" (fragmento)

Me tendió con cuidado un ejemplar de la Utopía de More, impreso en Basilea en el año 1518 y en el que faltaban hojas y láminas.
No sin fatuidad repliqué:
- Es un libro impreso. En casa habrá más de dos mil, aunque no tan antiguos ni tan preciosos.
Leí en voz alta el título.
El otro se rió.
- Nadie puede leer dos mil libros. En los cuatro siglos que vivo no habré pasado de una media docena. Además no importa leer sino releer. La imprenta, ahora abolida, ha sido uno de los peores males del hombre, ya que tendió a multiplicar hasta el vértigo textos innecesarios

En el ayer que me tocó, la gente era ingenua; creía que una mercadería era buena porque así lo afirmaba y lo repetía su propio fabricante. También eran frecuentes los robos aunque nadie ignoraba que la posesión de dinero no da mayor felicidad ni mayor quietud.
- Dinero? -repitió-. Ya no hay quien adolezca de pobreza, que habrá sido la forma más incómoda de la vulgaridad. Cada cual ejerce su oficio.
-Como los rabinos -dije.
Pareció no entender y prosiguió.
- Tampoco hay ciudades. A juzgar por las ruinas de Bahía Blanca, que tuve la curiosidad de explorar, no se ha perdido mucho. Ya que no hay posesiones, no hay herencias. Cuando el hombre madura a los cien años, está listo a enfrentarse consigo mismo y con su soledad. Ya ha engendrado un hijo.
- Un hijo? -pregunté.
- Si, uno solo. No conviene fomentar el género humano, Hay quienes piensan que es un órgano de la divinidad para tener conciencia del universo, pero nadie sabe con certidumbre si hay tal divinidad. Creo que ahora se discuten las ventajas y desventajas de un suicidio gradual o simultáneo de todos los hombres del mundo. Pero volvamos a lo nuestro.
Asentí.
- Cumplidos los cien años, el individuo puede prescindir del amor y de la amistad. Los males y la muerte involuntaria no lo amenazan. Ejerce alguna de las artes, la filosofía, las metemáticas o juega a un ajedrez solitario. Cuando quiere se mata. Dueño el hombre de su vida, lo es también de su muerte

Jorge Luis Borges




A veces me siento
feliz y alegre como una colina
llena de conejos, pájaros y ardillas.
Otras, alto, helado, eterno
y firme en una alta montaña.
Otras como una barca sola
en un embarcadero
que le cuesta echarse a navegar.
Pienso cuánta tristeza, soledad
habrá en el mundo,
cuánto manantial se ha secado,
cuántos no pudieron ver el sol
que yo veo todos los días,
cuántos no tienen la sonrisa de amigos
que nos llenan nuestro camino de sol.
No quiero ser ni roca dura, ni manantial,
ni acantilado, ni precipicio,
ni camino seco.

Solo quiero ser como las olas,
la misma ola que viene y va.
Cada ola nos tiene cosas que dejar...
y cuando se va de vuelta...
algo nuevo ha de llevar...

Entonces seamos como las olas,
todo el que da y recibe,
tiene cosas que cambiar.
La vida empieza chiquita ,
pero se puede agrandar...

Sin autor




La agonía y el éxtasis (fragmento)

--"Cuando el papa Clemente VII me designó Guardián de los Sellos, ya no necesité trabajar. Tenía todo el dinero que deseaba".
-- "Así que el dinero era la única razón de su pintura?"
Sebastiano miró a Miguel Angel con asombro, como si creyese que su benefactor había perdido repentinamente la razón.
-- "Y qué otra razón podía haber?"
Miguel Angel contempló al fraile con irritación, pero de pronto se dio cuenta de que tenía que habérselas con un niño.
-- "Sebastiano" -le dijo- "Tiene muchísima razón. Cante, toque su laúd, diviértase. La pintura es solamente para aquellos pobres infelices que no pueden evitar practicarla".

Irvin Stone




La agonía y el éxtasis (fragmento)

-- "Mi carácter está experimentando un cambio" -le comentó a Tommaso-. "Durante todo el tiempo que pasé pintando la bóveda de la Capilla Sixtina, no hablé con nadie más que con Michi".
-- "Fue un periodo desgraciado para usted?"
-- "Un artista que trabaja en la plenitud de su potencia vive en un reino que sobrepasa a la felicidad humana".

Irvin Stone




La agonía y el éxtasis (fragmento)

"Lo que buscaba era una aguda delineación del cuerpo humano, separándolo del aire que rodeaba a la figura, y eso lo logró escarbando en los nervios desnudos del espacio. Todo hombre, mujer y niño debía destacarse en plena claridad, para alcanzar la plenitud de su dignidad humana. Porque cada uno era un individuo y tenía su valor. Esta era la clave del renacimiento de la sabiduría y la libertad humanas que habían sido creadas en Florencia, después de las tinieblas de un millar de años. Jamás sería él, Miguel Angel Buonarrotti, toscano, responsable de reducir al hombre a una parte indistinguible de una masa incipiente, ni siquiera aunque se dirigiese al cielo o al infierno!"

Irvin Stone