Rincón Literario 2001


Cartas de mamá (fragmento)

Un día se había animado a decirle a Laura: "Si se pudiera romper y tirar el pasado como el borrador de una carta o de un libro. Pero ahí queda siempre, manchando la copia en limpio, y yo creo que eso es el verdadero futuro". En realidad, por qué no habían de hablar de Buenos Aires donde vivía la familia, donde los amigos de cuando en cuando adornaban una postal con frases cariñosas. Y el fotograbado de La Nación con los sonetos de tantas señoras entusiastas, esa sensación de ya leído, de para qué. Y de cuando en cuando alguna crisis de gabinete, algún coronel enojado, algún boxeador magnífico. Por qué no habían de hablar de Buenos Aires con Laura? Pero tampoco ella volvía al tiempo de antes, sólo al azar de algún diálogo, y sobre todo cuando llegaban cartas de mamá, dejaba caer un nombre o una imagen como monedas fuera de circulación, objetos de mundo caduco en la lejana orilla del río

Julio Cortázar



Cartas de mamá (fragmento)

Al bajar del autobus en la rue de Renner se preguntó bruscamente (no era una pregunta, pero cómo decirlo de otro modo) por qué no quería mostrarle a Laura la carta de mamá. No por ella, por lo que ella pudiera sentir. No le importaba gran cosa lo que ella pudiera sentir, mientras lo disimulara. (No le importaba gran cosa lo que ella pudiera sentir, mientras lo disimulara?) No, no le importaba gran cosa. (No le importaba?)

En la agencia de publicidad donde trabajaba como diseñador releyó la carta, una de las tantas cartas de mamá, sin nada extraordinario fuera del párrafo donde se había equivocado de nombre. Pensó si no podría borrar la palabra, reemplazar Nico por Víctor, sencillamente reemplazar el error por la verdad, y volver con la carta a casa para que Laura la leyera. Las cartas de mamá interesaban siempre a Laura, aunque de una manera indefinible no le estuvieran destinadas

Julio Cortázar



Cartas de mamá (fragmento)

Las cartas se posaban dos o tres días sobre la mesa de dibujo; Luis hubiera querido tirarlas apenas las contestaba, pero Laura las releía, a las mujeres les gusta releer las cartas, mirarlas de un lado y de otro, parecen extraer un segundo sentido cada vez que vuelven a sacarlas  y a mirarlas. Las cartas de mamá eran breves, con noticias domésticas, una que otra referencia al orden nacional (pero esas cosas ya se sabían por los telegramas de Le Monde, llegaban siempre tarde por su mano). Hasta podía pensarse que las cartas eran siempre la misma, escueta y mediocre, sin nada interesante. Lo mejor de mamá era que nunca se había aboandonado a la tristeza que debía causarle la ausencia de su hijo y de su nuera, ni siquiera el dolor tan a gritos, tan a lágrimas al principo- por la muerte de Nico. Nunca, en los dos años que llevaban ya en París. Mamá había mencionado a Nico en sus cartas. Era como Laura, que tampoco lo nombraba. Ninguna de las dos lo nombraba, y hacía más de dos años que Nico había muerto. La repentina mención de su nombre a mitad de la carta era casi un escándalo.

Julio Cortázar



Las babas del Diablo (fragmento)

Y ya que vamos a contarlo pongamos un poco de orden, bajemos por la escalera de esta casa hasta el domingo siete de noviembre, justo un mes atrás. Uno baja cinco pisos y ya está en el domingo, con un sol insospechado para noviembre en París, con muchísimas ganas de andar por ahí, de ver cosas, de sacar fotos (porque éramos fotógrafos, soy fotógrafo). Ya sé que lo más difícil va a ser encontrar la manera de contarlo, y no tengo miedo de repetirme. Va a ser difícil porque nadie sabe bien quién es el que verdaderamente está contando, si soy yo o eso que ha ocurrido, o lo que estoy viendo (nubes, y a veces una paloma) o si sencillamente cuento una verdad que es solamente mi verdad, y entonces no es la verdad salvo para mi estómago, para estas ganas de salir corriendo y acabar de alguna manera con esto, sea lo que fuere.
Vamos a contarlo despacio, ya se irá viendo qué ocurre a medida que lo escribo. Si me sustituyen, si ya no sé qué decir, si se acaban las nubes y empieza alguna otra cosa (porque no puede ser que esto sea estar viendo continuamente nubes que pasan, y a veces una paloma), si algo de todo esto Y después del "si" qué voy a poner, cómo voy a clausurar correctamente la oración? Pero si empiezo a hacer preguntas no contaré nada; mejor contar, quizás contar sea como una respuesta para alguno que lo lea.

Julio Cortázar



El Perseguidor* (fragmento)

... Esto del tiempo es complicado, me agarra por todos lados. Me empiezo a dar cuenta poco a poco de que el tiempo no es como una bolsa que se rellena. Quiero decir que aunque cambie el relleno, en la bolsa no cabe más que una cantidad y se acabó. Ves mi valija, Bruno? Caben dos trajes y dos pares de zapatos. Bueno, ahora imagínate que la vacías y después vas a poner de nuevo los dos trajes y los dos pares de zapatos, y entonces te das cuenta de que somamente cabe un traje y un par de zapatos...

Julio Cortázar
* en memoria del saxofonista Charlie Parker



Ven

... envolverme en la seguridad de un abrazo
mientras soy acariciada por un beso que apenas roza mi boca
y me va sumiendo en el vértigo de lo desconocido...

Perderme en la eternidad de unos minutos
en los labios del único ser capaz de poseerme:  el hombre que amo,
que me hizo suya por seducir ante todo mi mente,
porque antes que mi cuerpo deseo mi pensar;
antes que desnudar mi piel prefirió cubrirme de amor.

... ir de la mano de un hombre que no le tema al tiempo,
al que pueda amar sin miedo a que se vaya mañana
sin temor alguno de su repentina ausencia.

... reflejarme en un mirar desconocido pero no extraño.
Unos ojos profundamente incomprensibles
que cuya única respuesta se encontrara en sus sentimientos hacia mí.

... enorgullecerme del que juega con mi cabello
en medio de la plaza llena de gente
mientras en silencio les grito a los que me rodean
que alguien por fin me ama.

... tener entre mis manos un rostro
que mi alma descubra como perfecto
sin tomar en cuenta lo que otros admiran como belleza.

... compartir mis tardes y sus locuras
con alguien capaz de comprender todo lo que soy yo.
lo que me hace reír... llorar.

... desvanecer temores y caprichos ante un alma sublime
dispuesta a ser de mí.
Cambiar aquello que juré dejaría igual;
moldear mi duro carácter sin tenerlo que debilitar.

Mi libertad a cambio de ese amor.
Mis alas para un hombre que traiga consigo la ilusión
y la magia que día a día voy perdiendo
Ven.
                              
María José Real



Elección

Cuánto nos reprocha la vida
por los besos que a la orilla de nuestros labios se quedaron
por las caricias que entre nuestros dedos sufragamos,
por tantos atardeceres que contemplamos en soledad.
Cuántos rostros se inventa el recuerdo
para seguir siendo de nostalgia.
Cuántas veces sentimos el dolor del tiempo
añorando la memoria que lo recuerde
Cuánto más nos pesa el silencio que aclama
las palabras nunca pronunciadas
y cómo con sufrimiento elegimos castigarnos
por todo esto que a nuestros ojos aparece como real;
cómo a obscuras permanecemos escondidos de la verdad
para seguir entregándonos a nuestros fantasmas
para no hacer merecible aquella paz de cielo
aquel camino de libertad...
y elegimos.

Maria Jose Real



En paz

Muy cerca de mi ocaso,
yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida
ni trabajos injustos ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas,
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

.... Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno;
¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mi pena;
más no me prometiste tú sólo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes!, ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo



Hasta tu encuentro

Es mi elección perderme, desterrarme
y pretender no escuchar
lo que me grita el tiempo
y me promete el dstino

Es mi elección si grito
cuando se me pide silencio
mentirme cuando sé que provengo de la verdad
reconocerme falible y no perdonarme un error

Es mi elección si cierro mis puños de rabia
y estallo en lágrimas frente a la calma;
si por las olas soy arrastrada
teniendo a mi lado una tabla

Si elijo la tristeza,
si dejo el cansancio me venza
si resisto
si perezco
si t gloria o mi infierno
si me destruyo o me convierto
si t palabra o mi sentimiento
Es mi elección
Hasta que vaya a tencuentro

Maria Jose Real



El diablo en las colinas (fragmento)

... Mientras esperaba miraba a mi alrededor: el revoque áspero en la luz, una mata de hierba en la terraza contra el cielo, el gran silencio meridiano. Entre el estrépito del carro que se alejaba, pensé que aquellos eran para Oreste lugares familiares, había nacido y crecido allí, debían decirle quién sabe qué. Pensé en cuántos lugares hay en el mundo que pertenecen así a alguien, que alguien lleva en la sangre y ningún otro los conoce...

Cesare Pavese



La Otra

De las dos eres quien escucha cuando yo quiero gritar;
quien me borra las excusas para no actuar

Eres quien me mira de frente cuando yo quiero mentir;
la que se queda cuando sólo quiero huir.

De las dos eres quien juega mientras yo anhelo envejecer
la que gana al final cuando creía vencer
De las dos eres tú quien me abandona
y por las dos soy yo quien siempre estaré.

María José Real



On his blindness

Al cabo de los años me rodea
una terca neblina luminosa
que reduce las cosas a una cosa
sin forma ni color.Casi a una idea.
La vasta noche elemental y el día
lleno de gente son esa neblina
de luz dudosa y fiel que no declina
y que acecha en el alba.Yo querría
ver una cara alguna vez. Ignoro
la inexplorada enciclopedia,el goce
de libros que mi mano reconoce,
las altas aves  y las lunas de oro.
A los otros les queda el universo;
a mi penumbra,el hábito del verso.

Jorge Luis Borges



Por amarte a medias.

Por tu sonrisa y tu alegría
Por tus cincuenta mil alabanzas
Por tus "no entiendo pero me encantas"
Por tus hurras, por tus lágrimas
Por tratar de buscar las palabras

Por saberme el sentimiento
y adivinar mis silencios
Por leerme la vida en tantos cuentos
y estudiarme en cada verso

Por buscar mis manos
y necesitar mis brazos
Por enamorarte de mis límites
y no traspasar mis fronteras
Por apegarte a mis reglas

Por ser la memoria de mis olvidos
la imágen de lo añorado, de lo perdido
de lo buscado y al fin encontrado
de lo ya no querido.

A ti te escribo con el alma hoy esto
Te respeta la memoria
que se sabe bien la historia

Te pido perdón por tanta espera
por haberte despertado la tristeza
por haber podido ser

Perdón por amarte a medias.

María José Real



La reina

Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, más bellas.
Pero tú eres la reina.
Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
la alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas,
la alfombra que no existe.
Y cuando asomas
suenan los ríos
en mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.
Sólo tú y yo
sólo tú y yo, amor mío,
lo escuchamos.

Pablo Neruda



Yo soy quien libre me vi

Yo soy quien libre me vi,
yo, quien pudiera olvidaros;
yo só el que, por amaros,
estoy, desque os conoscí,
"sin Dios, y sin vos, y mí".
Sin Dios, porque en vos adoro,
sin vos, pues no me queréis;
pues sin mí ya está de coro
que vos sois quien me tenéis.
Así que triste nascí,
pues que pudiera olvidaros.
Yo só el que, por amaros,
estó, desque os conoscí,
"sin Dios, y sin vos, y mí"

Jorge Manrique



Las Cosas

El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán las pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
limas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.

Jorge Luis Borges



Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte
tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte
tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oirte
o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

Mario Benedetti



Conocí a un genio

Conocí a un genio en el tren hoy
como de seis años de edad
se sentó a mi lado
y mientras el tren
avanzaba a lo largo de la costa
llegamos hasta el océano
entonces él me miró
y dijo,
no es hermoso.
fue la primera vez que me
percaté
de ello.

Charles Bukowski



Todavía

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo
tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que la cábala lo digo
y por las dudas lo canto
nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
por que estás llegando a casa
sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía
pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro
y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido
y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.

Mario Benedetti



Poema XLV

No estés lejos de mí un sólo día, porque cómo,
porque, no sé decirlo, es largo el día,
y te estaré esperando como en las estaciones
cuando en alguna parte se durmieron los trenes.
No te vayas por una hora porque entonces
en esa hora se juntan las gotas de desvelo
y tal vez todo el humo que anda buscando casa
venga a matar aún mi corazón perdido.
Ay que no se quebrante tu silueta en la arena,
ay que no vuelen tus párpados en la ausencia:
no te vayas por un minuto, bienamada,
porque en ese minuto te habrás ido tan lejos
que yo cruzaré toda la tierra preguntando
si volverás o si me dejarás muriendo.

Pablo Neruda



Un poema

En la alta noche
sin señales discordantes
voluntades humanas
forjan caminos diferentes.
Sobrevuelan el tiempo.
Eterna fugacidad, persistencia inasible.
Racha de viento, llamarada.
Conjura de silencios, de deseos
en las horas inciertas de vigilia.
Murmullo milagroso,
áspera gloria de instantes valorados.
Vuelo sin fronteras.
Lo sabemos:
la búsqueda del cielo
es un ir y venir por el infierno.

Un dios me ha transitado.
Lo convoco.
Su fuerza borra la soledad acostumbrada.

Socorro González Guerrico



La casa (fragmento)

... Si alguien escuchara esta confesión se asombraría probablemente y diría que exagero, pues resulto una casa excepcional con mis altibajos, con mis crímenes, con mis fantasmas, con mis tristezas. Lo comprendo. Pero toda casa, todo sitio es excepcional. En todo lugar han sucedido todas las cosas, aun las más inverosímiles y raras, porque el mundo es muy viejo y hace largo tiempo ya que no inventa, que no renueva su stock de posibilidades. Claro que ninguno sabe que han acontecido allí -allí también: lo excepcional  no es que algo aparentemente singular acontezca, sino saber que ha acontecido en un recinto determinado. Ese conocimiento es el que otorga el carácter de excepcional al ámbito con el cual se vincula y que le brindó asiento y marco. Pero todos, todos los sitios son excepcionales. Todos y ninguno. Por lo menos yo lo creo así. Eso no quita que una deplore y se aflija y pene y se arrepienta -como me pasa a mí- por lo que tales episodios entrañan de perverso, de injusto y de dañoso...

Manuel Mujica Lainez



La casa (fragmento)

... La casa oye lo que se dice en el mayor secreto detrás de las puertas y se entera de lo que se hace a escondidas, con las puertas cerradas. Todo lo sabe: desde lo más mínimo hasta lo más terrible, en el instante mismo de su nacimiento y elaboración. Yo lo he visto a Don Francisco, el grande hombre, antes de entrar en la sala, revolver sus enciclopedias en pos del tema inesperado -los picaflores, o los gusanos de seda, o los laúdes, o Teócrito, o Inocencio III, o la Guerra de Treinta Años, o las ceremonias del té en Oriente-, hacia el cual conduciría la charla para deslumbrar eruditamente a sus convidados. La he visto empolvarse a Mathilde de Saint-Luc, en medio del baile dado en su honor (ella, que descendía de los Lorena y de los Hohenlohe, y que por su madre era parienta de lo más envidiado de la sociedad de Buenos Aires), a fin de disimular sus lágrimas, porque se sentía fea y sin gracia y usaba frenillo de oro en los dientes, y Pietro Lamberti, personaje encantador pero bastante dudoso y sin un centavo, se había ido. La he visto a Clara criticar acerbamente a su cuñada Mercedes y recibirla minutos, segundos después con un beso en la mejilla y teatrales exclamaciones de entusiasmo. Lo he visto robar a Monsieur Renard en las cuentas de los proveedores, mezquinamente, miserablemente, y luego confundir a sus pinches con sus discursos y liturgias de chef insuperable. La he visto a la gobernanta inglesa de Francis morderse los labios en el teléfono porque su amiga, la otra gobernante, la de los primos, le había colgado el tubo, y la he oído sollozar en su cama de noche, y la he visto besar un retrato de esa mujer flaca y pecosa. La he visto a María Luisa en las distintas fases de la operación secreta, la que ignoró a la familia, y que aseguró y restableció quirúrgicamente sus pechos de dulce modelado.... La he visto a Duma acosar con injuriosa fruición al Príncipe Marco-Antonio Brandini, durante una interminable comida, porque el italiano no tenía más remedio que almorzar al día siguente con una señora de su colectividad que a ella no la había invitado (probablemente por falta de mundo o por atraso en las informaciones); y en cuanto se levantaron de la mesa la he visto arrastrar al caballero de Malta al escritorio vacío y besarlo allí apasionadamente. Lo he visto a Paco introducirse en el cuarto de Francis, que dormía, y hundir un cortaplumas en la reproducción fotográfica del "Marte" de Boticcelli de la National Gallery... A Gustavo lo he visto dar vuelta rápidamente a una hoja en la que escribía en momentos en que María Luisa entró: era una carta dirigida a una mujer, a Aimée de Monvel; se puso a garabatear disparatadas operaciones matemáticas en el reverso, para disimular, y como luego, cuando ya no hubo "moros en la costa", siguió redactando la amorosa esquela olvidado de la intromisión, las cifras inconexas provocaron sin duda prolongadas aclaraciones ente él y Aimée...

Manuel Mujica Lainez



Solo eso soy yo

Tu eres el inicio
El final
El aliento de esperanza
Que nunca me faltará.

La paz que anhelo
La felicidad interior
La tristeza de mi alma
La interminable petición

Y yo
Tan solo la voz que reproducira tus palabras
Solo el cuenco donde se posará tu amor.
La fatigante búsqueda emprendida en tu nombre
para testimoniar tu razón.

Mi  voluntad última:
Tu última decisión
Solo eso soy yo.

María José Real



Un mundo feliz (fragmento)

... Bernard se sonrojó, turbado.
"Verás" dijo, tartamudeando y sin mirarle "supongo que soy bastante diferente a los demás. Si por azar la decantación de uno de nosotros es diferente..."
"Sí, tienes razón" asintió el jóven. "Si uno es diferente se ve condenado a la soledad. Los demás le tratan brutalmente. Sabes que a mí me han mantenido alejado de todo? Cuando los otros muchachos fueron enviados a pasar la noche a las montañas, donde sueñan con su respectivo animal sagrado, a mí no me dejaron ir, tampoco me revelaron ninguno de sus secretos. Pero yo lo hice todo por mí mismo" agregó. "Pasé cinco días sin comer absolutamente nada y una noche me marché solo a aquellas montañas"...

Aldous Huxley



El vuelo del aguila (fragmento)

... Parece extraño que no podamos encontrar un manera de vivir en la cual no haya conflicto, confusión ni desdicha, sino gran abundancia de amor y de consideración.......
En la misma demanda de libertad hay miedo, porque la libertad puede implicar inseguridad total, absoluta y uno teme estar completamente inseguro......
Esa demanda de seguridad engendra inevitablemente temor y sintiéndonos atemorizados dependemos más y más de las cosas a las cuales estamos apegados.
Es el miedo el que engendra ansiedad, apego, deseo de posesión, de dominación , celos en todas las relaciones y es el miedo el que engendra la violencia......

J.Krishnamurti




Adios, te digo adios
y acaso te quiera todavia,
no se si he de olvidarte
pero te digo adios.
No se si me quisiste,
no se si te he querido...
o tal vez nos quisimos
demasiado los dos,
No se si te ame mucho,
no se si te ame poco,
pero si se que nunca
volvere a amar asi.
Adios, te digo adios
y acaso con esta despedida
mis mas preciado sueño
muera dentro de mi...
Pero te digo adios
para toda la vida
aunque toda la vida
siga pensando en ti.

Jose Angel Buesa




Andas por esos mundos como yo... no me digas
que no existes. Existes: nos hemos de encontrar;
no nos conoceremos. Disfrazados y torpes
por los mismos caminos echaremos a andar.

Quizas nos encontremos frente a frente algun dia,
quizas nuestros disfraces nos logremos quitar...
Y ahora me pregunto: cuando ocurra, si ocurre,
sabras tu de suspiros?, sabre yo suspirar?

Alfonsina Storni




Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.

Escribir por ejemplo: " La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, mas inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocio.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no esta conmigo.

Eso es todo: A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no esta conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos arboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oido.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda



En este momento especial de la vida...

Piensa libremente. Practica la paciencia.
Sonrie con frecuencia. Saborea los momentos especiales.
Haz amigos nuevos. Redescubre los de antes.
Dí a tus seres queridos que los amas. Siente profundamente.
Olvida los problemas. Perdona a un enemigo.
Ten esperanzas. Crece. Sé loco. Observa los milagros. Obralos.
Descarta las preocupaciones. Da. Cede.
Ten esa confianza que permite recibir. Corta algunas flores.
Compártelas. Cumple una promesa.
Busca arco iris. Contempla las estrellas.
Trabaja mucho. Se prudente. Trata de comprender.
Reserva tiempo para la gente. Reserva tiempo para ti mismo.
Rie con ganas. Esparce la alegria. Acepta un riesgo.
Ofrécete. Abrete a alguien. Prueba algo nuevo.
Aminora la marcha. Se blando, a veces.
Cree en ti mismo. Confía en otros.
Mira un amanecer. Escucha la lluvia.
Rememora. Llora cuando te sea preciso. Cree en la vida.
Ten fe. Reconforta a un amigo. Alberga ideas buenas.
Comete algunos errores. Aprende de ellos.
Celebra la vida.

Jan Michelsen



Confieso que he vivido (fragmento)

Mi suicidio diplomático me proporcionó la más grande alegría: la de poder regresar a Chile. Pienso que el hombre debe vivir en su patria y creo que el desarraigo de los seres humanos es una frustración que de alguna manera u otra entorpece la claridad del alma. Yo no puedo vivir sino en mi propia tierra; no puedo vivir sin poner los pies, las manos y el oído en ella, sin sentir la circulación de sus aguas y de sus sombras, sin sentir cómo mis raíces buscan en su légamo las substancias maternas

Pablo Neruda (al regresar después de haber estado fuera de su país por más de 15 años como Cónsul chileno en diferentes países)



La poesía

... Cuánta obra de arte... Ya no caben en el mundo... Hay que colgarlas fuera de las habitaciones... Cuánto libro... Cuánto librito... Quién es capaz de leerlos?... Si fueran comestibles... Si en una ola de gran apetito los hiciéramos ensalada, los picáramos, los aliñáramos... Ya no se puede más... Nos tienen hasta las coronillas... Se ahoga el mundo en la marea... Reverdy me decía: "Avisé al correo que no me los mandara. No podía abrirlos. No tenía sitio. Trepaban por los muros, temí una catástrofe, se desplomarían sobre mi cabeza"... JTodos conocen a Eliot...Antes de ser pintor, de dirigir teatros, de escribir luminosas críticas, leía mis versos... Yo me sentía halagado.. Nadie los comprendía mejor... Hasta que un día comenzó a leerme los suyos y yo, egoísticamente, corrí prostando: "No me los lea, no me los lea"... Me encerré en el baño, pero Eliot, a través de la puerta, me los leía... El poeta Frazer, de Escocia, estaba presente... Me increpó: "Por qué tratas así a Eliot?"... Le respondí: "No quiero perder a mi lector. Lo he cultivado. Ha conocido hasta las arrugas de mi poesía... Tiene tanto talento... Puede hacer cuadros... Puede escribir ensayos... Pero quiero guardar este lector, conservarlo, regarlo como planta exótica... Tú me comprendes, Frazer".... Porque la verdad, si esto sigue, los poetas publicarán sólo para otros poetas...
Pero esta publicación de poeta a poeta no me tienta, no me provoca, no me incita sino a emboscarme en la naturaleza, frente a una roca y a una ola, lejos de las editoriales, del papel impreso... La poesía ha perdido su vínculo con el lejano lector... Tiene que recobrarlo... Tiene que caminar en la oscuridad encontrarse con el corazón del hombre, con los ojos de la mujer, con los desconocidos de las calles, de los que a cierta hora crepuscular, o en plena noche estrellada, necesitan aunque sea no más que un solo verso... Esa visita a lo imprevisto vale todo lo andado, todo lo leído, todo lo aprendido... Hay que perderse entre los que no conocemos para que de pronto recojan lo nuestro de la calle, de la arena, de las hojas caídas mil años en el mismo bosque... y tomen tiernamente ese objeto que hicimos nosotros... Sólo entonces seremos verdadermanente poetas... En ese objeto vivirá la poesía...

Pablo Neruda



Tras un mundo de detalles

Hay una frase escondida
tras cada verso que me cantas
Un deseo silenciado por la razón
Un adiós imperceptible en cada paso

Hay un fragmento de historia reservada
tras cada relato que narras
Un gris que escapa del azul de tu mirada
tras cada recuerdo que evocas;
una intención ajena a lo que tu corazón desea
una petición ahogada tras cada oración que al cielo elevas

Hay una caricia oculta
En las manos que me buscan para jugar
Un abrazo que no quiere terminar
Un beso que a mis labios no llegará

Hay un mundo de detalles
tras lo que has elegido llamar amistad
Hay un amor más grande
tras lo que me he obligado a llamar compañía

Lo que río, lo que hablo,
Cómo escucho, cuando canto
Todo esto tras los deseos de decir "te amo"

Maria José Real



Para permanecer

Sólo necesito tu cuerpo para amanecer
Sólo tu aliento para volverme suspiro
Me basta tu locura para reír sin recelo
Tu voz para dejarme en silencio
Sólo tus manos para sentirme
Sólo tus brazos para nacer
Sólo respiro desde tus adentros
Sólo pierdo el sentido sobre tu piel
Me basta tu espacio para encontrarme
Tu palabra para atreverme a perder
Tu sola presencia
Tu tan única existencia
Grita un motivo más
Para salvar todo en la espera
Y permanecer.

María José Real Guízar



La rebelión de las masas (fragmento) (1937)

Dondequiera ha surgido el hombre-masa de que este volumen se ocupa, un tipo de hombre hecho de prisa, montado nada más que sobre unas cuantas y pobres abstracciones y que, por lo mismo, es idéntico de un cabo de Europa al otro. A él se debe el triste aspecto de asfixiante monotonía que va tomando la vida en todo el continente. Este hombre-masa es el hombre previamente vaciado de su propia historia, sin entrañas de pasado y, por lo mismo, dócil a todas las disciplinas llamadas 'internacionales'. Más que un hombre es sólo un caparazón de hombre constituido por meros 'idola fori'; carece de un 'dentro', de una intimidad suya, inexorable e inalienable, de un 'yo' que no se pueda revocar. De aquí que esté siempre en disponibilidad para fingir ser cualquier cosa. Tiene sólo apetitos, cree que tiene solo derechos y no cree que tiene obligaciones; es el hombre sin la nobleza que obliga -'sine nobilitate'-, "snob"*.
Este universal esnobismo, que tan claramente aparece, por ejemplo, en el obrero actual, ha cegado las almas para comprender que, si bien toda estructura dada de la vida continental tiene que ser trascendida, ha de hacerse esto sin pérdida grave de su interior pluralidad. Como el esnob está vacío de destino propio, como no siente que existe sobre el planeta para hacer algo determinado e incanjeable, es incapaz de entender que hay misiones particulares y especiales mensajes.

* En Inglaterra las listas de vecinos indicaban junto a cada nombre el oficio y rango de la persona. Por eso, junto la nombre de los simples burgueses aparecía la abreviatura 's. nob.'; es decir, sin nobleza. Este es el origen de la palabra 'snob'.

José Ortega y Gasset



La recompensa

Piel de arena
Aroma a madera
Eres la memoria que había perdido
La serena compañía que no hallaba
Ojos azules
Roble de cera
Eres de mi vigilia el sueño
De mi espera la recompensa

María José Real Guízar



La rebelión de las masas (fragmento) (1937)

De estos esfuerzos es el lenguaje quien consigue a veces declarar con mayor aproximación algnas de las cosas que nos pasan dentro. Nada más. Pero de ordinario no usamos estas reservas. Al contrario, cuando el hombre se pone a hablar, lo hace porque creee que va a poder decir cuanto piensa. Pues bien: esto es ilusorio. El lenguaje no da para tanto. Dice, poco más o menos, una parte de lo que pensamos, y pone una valla infranqueable a la transfusión del resto. Sirve bastante bien para enunciados y pruebas matemáticas; ya al hablar de la física empieza a hacerse equívoco e insuficiente. Pero conforme la conversación ocupa de temas más importantes que ésos, más humanos, más 'reales', va aumentando su imprecisión, su torpeza y confusionismo. Dóciles al prejuicio inveterado de que hablando nos entendemos, decimos y escuchamos de buena fe, que acabamos muchas veces por malentendernos mucho más que si, mudos, procurásemos adivinarnos.

José Ortega y Gasset



Tu Risa, de "Los Versos del Capitán"

Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.
No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de plata que te nace.
Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mi todas
las puertas de la vida.
Amor mío, en la hora
mas oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.
Junto al mar en otono,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.
Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.
Pablo Neruda



Nostalgia

¿De qué se nutre la nostalgia?
Uno evoca dulzuras
cielos atormentados
tormentas celestiales
escándalos sin ruido
paciencias estiradas
árboles en el viento
oprobios prescindibles
bellezas del mercado
cánticos y alborotos
lloviznas como pena
escopetas de sueño
perdones bien ganados
pero con esos mínimos
no se arma la nostalgia
son meros simulacros
la válida la única
nostalgia es de tu piel.

Mario Benedetti



Estados de ánimo

Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas
unas veces me siento
como una acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano
a veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un  árbol
con las últimas hojas
pero hoy me siento apenas
como una laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces
sereno en mi confianza
confiado en que una tarde
te acerque y te mires
te mires al mirarme.

Mario Benedetti



Rostro de Vos

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de ultimo vagón

tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor

sin un temblor de mas
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos

estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición

mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos

pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada

las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada
ya mi rostro de vos
cierra los ojos

y es una soledad
tan desolada.

Mario Benedetti



Piedritas en la ventana

De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahi esperando
pero hoy me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en su escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas

quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos

está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca

está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.

Mario Benedetti



Táctica y estrategia

Mi táctica es
               mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
              hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé como              ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
              ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
              ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
              simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo              ni sé
con qué pretexto
por fin    me necesites.

Mario Benedetti



Los formales y el frío

Quien iba a prever que el amor     ese informal
se dedicara a ellos   tan formales

mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad

de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa                      la de ella
era como un augurio o una fábula
su mirada               la de él    tomaba nota
de cómo eran sus ojos         los de ella
pero sus palabras       las de él
no se enteraban de esa dulce encuesta

como siempre          o como casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche

y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la conficencia
extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa         la de ella
ya el frío estaba en sus labios           los de él
de modo que ella        fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos

una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre

él probó        sólo falta que me quede a dormir
y ella probó                      por qué no te quedás
y él           no me lo digas dos veces
y ella          bueno por qué no te quedás

de manera que él se quedó             en principio
a besar sin usura sus pies fríos        los de ella
después ella besó sus labios         los de él
que a esa altura ya no estaban tan fríos
y sucesivamente así
                             mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.

Mario Benedetti



Amor, de tarde

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago asi con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.

Mario Benedetti



Asunción de ti

1
Quién hubiera creido que se hallaba
sola en el aire, oculta,
tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
ocasión de nacer puesta al alcance
de mi suerte y mis ojos,
y que tú y yo iríamos, despojados
de todo bien, de todo mal, de todo,
a arrojarnos en el mismo silencio,
a inclinarnos sobre la misma fuente
para vernos y vernos
mutuamente espiados en el fondo,
temblando desde el agua,
descubriendo, pretendiendo alcanzar
quién eras tu detrás de esa cortina,
quién era yo detrás de mi.
Y todavía no hemos visto nada.
Espero que alguien venga, inexorable,
siempre temo y espero,
y acabe por nombrarnos en un signo,
por situarnos en alguna estación
por dejarnos allí, como dos gritos
de asombro.
Pero nunca será. Tú no eres ésa,
yo no soy ése, ésos, los que fuimos
antes de ser nosotros.
Eras si pero ahora
suenas un poco a mi.
Era si pero ahora
tengo un poco de ti.
No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mi cuando nos piensen solos.

2
Hemos llegado al crepúsculo neutro
donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
en el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
tu rostro que se interna noche adentro
hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.

3
Puedes querer el alba
cuando ames.
Puedes
venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote,
Puedes
venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
sola en su azar
quemando
y tu sueño sea eso y mucho más.
Puedes amar el alba
cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán
esta paz ahora esta paz ahora.
Ahora puedes venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadidos,
saberte aquí.
Habrá para aprender otra piedad
y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron.
Esta noche, otra noche
tú estarás,
tibia estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta donde está intacto sin tí,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mí.

Mario Benedetti



Soledades

Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
                                 no existe
ah pero si existiera con minúscula
sería semejante a nuestra breve
                                            presoledad

después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad

ya sé que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
                 solo en el mundo

sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan

y en esa sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo

los datos objetivos son como sigue
hay diez centímetros de silencio
        entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
        entre tus labios y mis labios
y algo que brilla asi de triste
        entre tus ojos y mis ojos

claro que la soledad no viene sola

si se mira por sobre el hombre mustio
de nuestras soledades
se verá un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buena gente

después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
                       viene la soledad

conforme
              pero
qué vendrá después
de la soledad

a veces no me siento
                            tan solo

si imagino
mejor dicho si sé
que más allá de mi soledad
                                     y de la tuya

otra vez estás vos
aunque sea preguntándome a solas
qué vendrá después
                           de la soledad.

Mario Benedetti



Me sirve y no me sirve

La esperanza tan dulce
tan pulida tan triste
la promesa tan leve
no me sirve

no me sirve tan mansa
la esperanza

la rabia tan sumisa
tan débil tan humilde
el furor tan prudente
no me sirve

no me sirve tan sabia
tanta rabia

el grito tan exacto
si el tiempo lo permite
alarido tan pulcro
no me sirve

no me sirve tan bueno
tanto trueno

el coraje tan dócil
la bravura tan chirle
la intrepidez tan lenta
no me sirve

no me sirve tan fría
la osadía
sí me sirve la vida
que es vida hasta morirse
el corazón alerta
sí me sirve

me sirve cuando avanza
la confianza

me sirve tu mirada
que es generosa y firme
y tu silencio franco
sí me sirve

me sirve la medida
de tu vida

me sirve tu futuro
que es un presente libre
y tu lucha de siempre
si me sirve

me sirve tu batalla
sin medalla

me sirve la modestia
de tu orgullo posible
y tu mano segura
sí me sirve

me sirve tu sendero
compañero.

Mario Benedetti



Hasta mañana

Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja

para la muerte, que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño

que a Dios invoco, pero no le pido
nada, con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido

por las malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
que este mundo de muerte a manos llenas?

Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda. Es un abismo.

No me lo digan cuando me despierte.

Mario Benedetti



Noción de patria

Cuando resido en este país que no sueña
cuando vivo en esta ciudad sin párpados
donde sin embargo mi mujer me entiende
y ha quedado mi infancia y envejecen mis padres
y llamo a mis amigos de vereda a vereda
y puedo ver los árboles desde mi ventana
olvidados y torpes a las tres de la tarde
siento que algo me cerca y me oprime
como si una sombra espesa y decisiva
descendiera sobre mí y sobre nosotros
para encubrir a ese alguien que siempre afloja
el viejo detonador de la esperanza.

Cuando vivo en esta ciudad sin lágrimas
que se ha vuelto egoísta de puro generosa
que ha perdido su ánimo sin haberlo gastado
pienso que al fin ha llegado el momento
de decir adiós a algunas presunciones
de alejarse tal vez y hablar otros idiomas
donde la indiferencia sea una palabra obsena.

Confieso que otras veces me he escapado.
Diré ante todo que me asomé al Arno
que hallé en las librerías de Charing Cross
cierto Byron firmado por el vicario Bull
en una navidad de hace setenta años.
Desfilé entre los borrachos de Bowery
y entre los Brueghel de la Pinacoteca
comprobé cómo puede trastornarse
el equipo sonoro del Chateau de Langeais
explicando medallas e incensarios
cuando en verdad había sólo armaduras.

Sudé en Dakar por solidaridad
vi turbas galopando hasta la Monna Lisa
y huyendo sin mirar a Botticelli
vi curas madrileños abordando a rameras
y en casa de Rembrandt turistas de Dallas
que preguntaban por el comedor
suecos amontonados en dos metros de sol
y en Copenhague la embajada rusa
y la embajada norteamericana
separadas por un lindo cementerio.

Vi el cadáver de Lídice cubierto por la nieve
y el carnaval de Río cubierto por la samba
y en Tuskegee el rabioso optimismo de los negros
probé en Santiago el caldillo de congrio
y recibí el Año Nuevo en Times Square
sacándome cornetas del oído.

Vi a Ingrid Bergman correr por la Rue Blanche
y salvando las obvias diferencias
vi a Adenauer entre débiles aplausos vieneses
vi a Kruschev saliendo de Pennsylvania Station
y salvando otra vez las diferencias
vi un toro de pacífico abolengo
que no quería matar a su torero.
Vi a Henry Miller lejos de sus trópicos
con una insolación mediterránea
y me saqué una foto en casa de Jan Neruda
dormí escuchando a Wagner en Florencia
y oyendo a un suizo entre Ginebra y Tarascón
vi a gordas y humildes artesanas de Pomaire
y a tres monjitas jóvenes en el Carnegie Hall
marcando el jazz con negros zapatones
vi a las mujeres más lindas del planeta
caminando sin mí por la Vía Nazionale.

Miré
admiré
traté de comprender
creo que en buena parte he comprendido
y es estupendo
todo es estupendo
sólo allá lejos puede uno saberlo
y es una linda vacación
es un rapto de imágenes
es un alegre diccionario
es una fácil recorrida
es un alivio.

Pero ahora no me quedan más excusas
porque se vuelve aquí
siempre se vuelve.
La nostalgia se escurre de los libros
se introduce debajo de la piel
y esta ciudad sin párpados
este país que nunca sueña
de pronto se convierte en el único sitio
donde el aire es mi aire
y la culpa es mi culpa
y en mi cama hay un pozo que es mi pozo
y cuando extiendo el brazo estoy seguro
de la pared que toco o del vacío
y cuando miro el cielo
veo acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur
mi alrededor son los ojos de todos
y no me siento al margen
ahora ya sé que no me siento al margen.

Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir Nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto.

Mario Benedetti




El infinito

De un tiempo a esta parte
el infinito
se ha encogido
peligrosamente.

Quién iba a suponer
que segundo a segundo
cada migaja
de su pan sin límites
iba así a despeñarse
como canto rodado
en el abismo.

Mario Benedetti




Bienvenida

Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan sólo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabés
cómo te pienso y te enumero
después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco
yo nostalgia
tú nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie
tu rostro en la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros
no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.

Mario Benedetti




Cada ciudad puede ser otra

Los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Jaime Sabines
Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren
el amor pasa por los parques
casi sin verlos amándolos
entre la fiesta de los pájaros
y la homilía de los pinos
cada ciudad puede ser otra
cuando el amor pinta los muros
y de los rostros que atardecen
unos es el rostro del amor
y el amor viene y va y regresa
y la ciudad es el testigo
de sus abrazos y crepúsculos
de sus bonanzas y aguaceros

Mario Benedetti




Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas las imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce.
Corazón coraza
Porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
Porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Mario Benedetti