Rincón Literario 2001 Cartas de mamá (fragmento) Un día se había animado a decirle a Laura: "Si se pudiera romper y tirar el pasado como el borrador de una carta o de un libro. Pero ahí queda siempre, manchando la copia en limpio, y yo creo que eso es el verdadero futuro". En realidad, por qué no habían de hablar de Buenos Aires donde vivía la familia, donde los amigos de cuando en cuando adornaban una postal con frases cariñosas. Y el fotograbado de La Nación con los sonetos de tantas señoras entusiastas, esa sensación de ya leído, de para qué. Y de cuando en cuando alguna crisis de gabinete, algún coronel enojado, algún boxeador magnífico. Por qué no habían de hablar de Buenos Aires con Laura? Pero tampoco ella volvía al tiempo de antes, sólo al azar de algún diálogo, y sobre todo cuando llegaban cartas de mamá, dejaba caer un nombre o una imagen como monedas fuera de circulación, objetos de mundo caduco en la lejana orilla del río Julio Cortázar Cartas de mamá (fragmento) Al bajar del autobus en la rue de Renner se preguntó bruscamente (no era una pregunta, pero cómo decirlo de otro modo) por qué no quería mostrarle a Laura la carta de mamá. No por ella, por lo que ella pudiera sentir. No le importaba gran cosa lo que ella pudiera sentir, mientras lo disimulara. (No le importaba gran cosa lo que ella pudiera sentir, mientras lo disimulara?) No, no le importaba gran cosa. (No le importaba?) En la agencia de publicidad donde trabajaba como diseñador releyó la carta, una de las tantas cartas de mamá, sin nada extraordinario fuera del párrafo donde se había equivocado de nombre. Pensó si no podría borrar la palabra, reemplazar Nico por Víctor, sencillamente reemplazar el error por la verdad, y volver con la carta a casa para que Laura la leyera. Las cartas de mamá interesaban siempre a Laura, aunque de una manera indefinible no le estuvieran destinadas Julio Cortázar Cartas de mamá (fragmento) Las cartas se posaban dos o tres días sobre la mesa de dibujo; Luis hubiera querido tirarlas apenas las contestaba, pero Laura las releía, a las mujeres les gusta releer las cartas, mirarlas de un lado y de otro, parecen extraer un segundo sentido cada vez que vuelven a sacarlas y a mirarlas. Las cartas de mamá eran breves, con noticias domésticas, una que otra referencia al orden nacional (pero esas cosas ya se sabían por los telegramas de Le Monde, llegaban siempre tarde por su mano). Hasta podía pensarse que las cartas eran siempre la misma, escueta y mediocre, sin nada interesante. Lo mejor de mamá era que nunca se había aboandonado a la tristeza que debía causarle la ausencia de su hijo y de su nuera, ni siquiera el dolor tan a gritos, tan a lágrimas al principo- por la muerte de Nico. Nunca, en los dos años que llevaban ya en París. Mamá había mencionado a Nico en sus cartas. Era como Laura, que tampoco lo nombraba. Ninguna de las dos lo nombraba, y hacía más de dos años que Nico había muerto. La repentina mención de su nombre a mitad de la carta era casi un escándalo. Julio Cortázar Las babas del Diablo (fragmento) Y ya que vamos a contarlo pongamos un poco de orden, bajemos por la escalera de esta casa hasta el domingo siete de noviembre, justo un mes atrás. Uno baja cinco pisos y ya está en el domingo, con un sol insospechado para noviembre en París, con muchísimas ganas de andar por ahí, de ver cosas, de sacar fotos (porque éramos fotógrafos, soy fotógrafo). Ya sé que lo más difícil va a ser encontrar la manera de contarlo, y no tengo miedo de repetirme. Va a ser difícil porque nadie sabe bien quién es el que verdaderamente está contando, si soy yo o eso que ha ocurrido, o lo que estoy viendo (nubes, y a veces una paloma) o si sencillamente cuento una verdad que es solamente mi verdad, y entonces no es la verdad salvo para mi estómago, para estas ganas de salir corriendo y acabar de alguna manera con esto, sea lo que fuere. Vamos a contarlo despacio, ya se irá viendo qué ocurre a medida que lo escribo. Si me sustituyen, si ya no sé qué decir, si se acaban las nubes y empieza alguna otra cosa (porque no puede ser que esto sea estar viendo continuamente nubes que pasan, y a veces una paloma), si algo de todo esto Y después del "si" qué voy a poner, cómo voy a clausurar correctamente la oración? Pero si empiezo a hacer preguntas no contaré nada; mejor contar, quizás contar sea como una respuesta para alguno que lo lea. Julio Cortázar El Perseguidor* (fragmento) ... Esto del tiempo es complicado, me agarra por todos lados. Me empiezo a dar cuenta poco a poco de que el tiempo no es como una bolsa que se rellena. Quiero decir que aunque cambie el relleno, en la bolsa no cabe más que una cantidad y se acabó. Ves mi valija, Bruno? Caben dos trajes y dos pares de zapatos. Bueno, ahora imagínate que la vacías y después vas a poner de nuevo los dos trajes y los dos pares de zapatos, y entonces te das cuenta de que somamente cabe un traje y un par de zapatos... Julio Cortázar * en memoria del saxofonista Charlie Parker Ven ... envolverme en la seguridad de un abrazo mientras soy acariciada por un beso que apenas roza mi boca y me va sumiendo en el vértigo de lo desconocido... Perderme en la eternidad de unos minutos en los labios del único ser capaz de poseerme: el hombre que amo, que me hizo suya por seducir ante todo mi mente, porque antes que mi cuerpo deseo mi pensar; antes que desnudar mi piel prefirió cubrirme de amor. ... ir de la mano de un hombre que no le tema al tiempo, al que pueda amar sin miedo a que se vaya mañana sin temor alguno de su repentina ausencia. ... reflejarme en un mirar desconocido pero no extraño. Unos ojos profundamente incomprensibles que cuya única respuesta se encontrara en sus sentimientos hacia mí. ... enorgullecerme del que juega con mi cabello en medio de la plaza llena de gente mientras en silencio les grito a los que me rodean que alguien por fin me ama. ... tener entre mis manos un rostro que mi alma descubra como perfecto sin tomar en cuenta lo que otros admiran como belleza. ... compartir mis tardes y sus locuras con alguien capaz de comprender todo lo que soy yo. lo que me hace reír... llorar. ... desvanecer temores y caprichos ante un alma sublime dispuesta a ser de mí. Cambiar aquello que juré dejaría igual; moldear mi duro carácter sin tenerlo que debilitar. Mi libertad a cambio de ese amor. Mis alas para un hombre que traiga consigo la ilusión y la magia que día a día voy perdiendo Ven. María José Real Elección Cuánto nos reprocha la vida por los besos que a la orilla de nuestros labios se quedaron por las caricias que entre nuestros dedos sufragamos, por tantos atardeceres que contemplamos en soledad. Cuántos rostros se inventa el recuerdo para seguir siendo de nostalgia. Cuántas veces sentimos el dolor del tiempo añorando la memoria que lo recuerde Cuánto más nos pesa el silencio que aclama las palabras nunca pronunciadas y cómo con sufrimiento elegimos castigarnos por todo esto que a nuestros ojos aparece como real; cómo a obscuras permanecemos escondidos de la verdad para seguir entregándonos a nuestros fantasmas para no hacer merecible aquella paz de cielo aquel camino de libertad... y elegimos. Maria Jose Real En paz Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida ni trabajos injustos ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas, cuando planté rosales, coseché siempre rosas. .... Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno; ¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno! Hallé sin duda largas las noches de mi pena; más no me prometiste tú sólo noches buenas, y en cambio tuve algunas santamente serenas... Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes!, ¡Vida, estamos en paz! Amado Nervo Hasta tu encuentro Es mi elección perderme, desterrarme y pretender no escuchar lo que me grita el tiempo y me promete el dstino Es mi elección si grito cuando se me pide silencio mentirme cuando sé que provengo de la verdad reconocerme falible y no perdonarme un error Es mi elección si cierro mis puños de rabia y estallo en lágrimas frente a la calma; si por las olas soy arrastrada teniendo a mi lado una tabla Si elijo la tristeza, si dejo el cansancio me venza si resisto si perezco si t gloria o mi infierno si me destruyo o me convierto si t palabra o mi sentimiento Es mi elección Hasta que vaya a tencuentro Maria Jose Real El diablo en las colinas (fragmento) ... Mientras esperaba miraba a mi alrededor: el revoque áspero en la luz, una mata de hierba en la terraza contra el cielo, el gran silencio meridiano. Entre el estrépito del carro que se alejaba, pensé que aquellos eran para Oreste lugares familiares, había nacido y crecido allí, debían decirle quién sabe qué. Pensé en cuántos lugares hay en el mundo que pertenecen así a alguien, que alguien lleva en la sangre y ningún otro los conoce... Cesare Pavese La Otra De las dos eres quien escucha cuando yo quiero gritar; quien me borra las excusas para no actuar Eres quien me mira de frente cuando yo quiero mentir; la que se queda cuando sólo quiero huir. De las dos eres quien juega mientras yo anhelo envejecer la que gana al final cuando creía vencer De las dos eres tú quien me abandona y por las dos soy yo quien siempre estaré. María José Real On his blindness Al cabo de los años me rodea una terca neblina luminosa que reduce las cosas a una cosa sin forma ni color.Casi a una idea. La vasta noche elemental y el día lleno de gente son esa neblina de luz dudosa y fiel que no declina y que acecha en el alba.Yo querría ver una cara alguna vez. Ignoro la inexplorada enciclopedia,el goce de libros que mi mano reconoce, las altas aves y las lunas de oro. A los otros les queda el universo; a mi penumbra,el hábito del verso. Jorge Luis Borges Por amarte a medias. Por tu sonrisa y tu alegría Por tus cincuenta mil alabanzas Por tus "no entiendo pero me encantas" Por tus hurras, por tus lágrimas Por tratar de buscar las palabras Por saberme el sentimiento y adivinar mis silencios Por leerme la vida en tantos cuentos y estudiarme en cada verso Por buscar mis manos y necesitar mis brazos Por enamorarte de mis límites y no traspasar mis fronteras Por apegarte a mis reglas Por ser la memoria de mis olvidos la imágen de lo añorado, de lo perdido de lo buscado y al fin encontrado de lo ya no querido. A ti te escribo con el alma hoy esto Te respeta la memoria que se sabe bien la historia Te pido perdón por tanta espera por haberte despertado la tristeza por haber podido ser Perdón por amarte a medias. María José Real La reina Yo te he nombrado reina. Hay más altas que tú, más altas. Hay más puras que tú, más puras. Hay más bellas que tú, más bellas. Pero tú eres la reina. Cuando vas por las calles nadie te reconoce. Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira la alfombra de oro rojo que pisas donde pasas, la alfombra que no existe. Y cuando asomas suenan los ríos en mi cuerpo, sacuden el cielo las campanas, y un himno llena el mundo. Sólo tú y yo sólo tú y yo, amor mío, lo escuchamos. Pablo Neruda Yo soy quien libre me vi Yo soy quien libre me vi, yo, quien pudiera olvidaros; yo só el que, por amaros, estoy, desque os conoscí, "sin Dios, y sin vos, y mí". Sin Dios, porque en vos adoro, sin vos, pues no me queréis; pues sin mí ya está de coro que vos sois quien me tenéis. Así que triste nascí, pues que pudiera olvidaros. Yo só el que, por amaros, estó, desque os conoscí, "sin Dios, y sin vos, y mí" Jorge Manrique Las Cosas El bastón, las monedas, el llavero, la dócil cerradura, las tardías notas que no leerán las pocos días que me quedan, los naipes y el tablero, un libro y en sus páginas la ajada violeta, monumento de una tarde sin duda inolvidable y ya olvidada, el rojo espejo occidental en que arde una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas, limas, umbrales, atlas, copas, clavos, nos sirven como tácitos esclavos, ciegas y extrañamente sigilosas! Durarán más allá de nuestro olvido; no sabrán nunca que nos hemos ido. Jorge Luis Borges Viceversa Tengo miedo de verte necesidad de verte esperanza de verte desazones de verte tengo ganas de hallarte preocupación de hallarte certidumbre de hallarte pobres dudas de hallarte tengo urgencia de oírte alegría de oírte buena suerte de oírte y temores de oirte o sea resumiendo estoy jodido y radiante quizá más lo primero que lo segundo y también viceversa. Mario Benedetti Conocí a un genio Conocí a un genio en el tren hoy como de seis años de edad se sentó a mi lado y mientras el tren avanzaba a lo largo de la costa llegamos hasta el océano entonces él me miró y dijo, no es hermoso. fue la primera vez que me percaté de ello. Charles Bukowski Todavía No lo creo todavía estás llegando a mi lado y la noche es un puñado de estrellas y de alegría palpo gusto escucho y veo tu rostro tu paso largo tus manos y sin embargo todavía no lo creo tu regreso tiene tanto que ver contigo y conmigo que la cábala lo digo y por las dudas lo canto nadie nunca te reemplaza y las cosas más triviales se vuelven fundamentales por que estás llegando a casa sin embargo todavía dudo de esta buena suerte porque el cielo de tenerte me parece fantasía pero venís y es seguro y venís con tu mirada y por eso tu llegada hace mágico el futuro y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos en cambio sé que en tus brazos el mundo tiene sentido y si beso la osadía y el misterio de tus labios no habrá dudas ni resabios te querré más todavía. Mario Benedetti Poema XLV No estés lejos de mí un sólo día, porque cómo, porque, no sé decirlo, es largo el día, y te estaré esperando como en las estaciones cuando en alguna parte se durmieron los trenes. No te vayas por una hora porque entonces en esa hora se juntan las gotas de desvelo y tal vez todo el humo que anda buscando casa venga a matar aún mi corazón perdido. Ay que no se quebrante tu silueta en la arena, ay que no vuelen tus párpados en la ausencia: no te vayas por un minuto, bienamada, porque en ese minuto te habrás ido tan lejos que yo cruzaré toda la tierra preguntando si volverás o si me dejarás muriendo. Pablo Neruda Un poema En la alta noche sin señales discordantes voluntades humanas forjan caminos diferentes. Sobrevuelan el tiempo. Eterna fugacidad, persistencia inasible. Racha de viento, llamarada. Conjura de silencios, de deseos en las horas inciertas de vigilia. Murmullo milagroso, áspera gloria de instantes valorados. Vuelo sin fronteras. Lo sabemos: la búsqueda del cielo es un ir y venir por el infierno. Un dios me ha transitado. Lo convoco. Su fuerza borra la soledad acostumbrada. Socorro González Guerrico La casa (fragmento) ... Si alguien escuchara esta confesión se asombraría probablemente y diría que exagero, pues resulto una casa excepcional con mis altibajos, con mis crímenes, con mis fantasmas, con mis tristezas. Lo comprendo. Pero toda casa, todo sitio es excepcional. En todo lugar han sucedido todas las cosas, aun las más inverosímiles y raras, porque el mundo es muy viejo y hace largo tiempo ya que no inventa, que no renueva su stock de posibilidades. Claro que ninguno sabe que han acontecido allí -allí también: lo excepcional no es que algo aparentemente singular acontezca, sino saber que ha acontecido en un recinto determinado. Ese conocimiento es el que otorga el carácter de excepcional al ámbito con el cual se vincula y que le brindó asiento y marco. Pero todos, todos los sitios son excepcionales. Todos y ninguno. Por lo menos yo lo creo así. Eso no quita que una deplore y se aflija y pene y se arrepienta -como me pasa a mí- por lo que tales episodios entrañan de perverso, de injusto y de dañoso... Manuel Mujica Lainez La casa (fragmento) ... La casa oye lo que se dice en el mayor secreto detrás de las puertas y se entera de lo que se hace a escondidas, con las puertas cerradas. Todo lo sabe: desde lo más mínimo hasta lo más terrible, en el instante mismo de su nacimiento y elaboración. Yo lo he visto a Don Francisco, el grande hombre, antes de entrar en la sala, revolver sus enciclopedias en pos del tema inesperado -los picaflores, o los gusanos de seda, o los laúdes, o Teócrito, o Inocencio III, o la Guerra de Treinta Años, o las ceremonias del té en Oriente-, hacia el cual conduciría la charla para deslumbrar eruditamente a sus convidados. La he visto empolvarse a Mathilde de Saint-Luc, en medio del baile dado en su honor (ella, que descendía de los Lorena y de los Hohenlohe, y que por su madre era parienta de lo más envidiado de la sociedad de Buenos Aires), a fin de disimular sus lágrimas, porque se sentía fea y sin gracia y usaba frenillo de oro en los dientes, y Pietro Lamberti, personaje encantador pero bastante dudoso y sin un centavo, se había ido. La he visto a Clara criticar acerbamente a su cuñada Mercedes y recibirla minutos, segundos después con un beso en la mejilla y teatrales exclamaciones de entusiasmo. Lo he visto robar a Monsieur Renard en las cuentas de los proveedores, mezquinamente, miserablemente, y luego confundir a sus pinches con sus discursos y liturgias de chef insuperable. La he visto a la gobernanta inglesa de Francis morderse los labios en el teléfono porque su amiga, la otra gobernante, la de los primos, le había colgado el tubo, y la he oído sollozar en su cama de noche, y la he visto besar un retrato de esa mujer flaca y pecosa. La he visto a María Luisa en las distintas fases de la operación secreta, la que ignoró a la familia, y que aseguró y restableció quirúrgicamente sus pechos de dulce modelado.... La he visto a Duma acosar con injuriosa fruición al Príncipe Marco-Antonio Brandini, durante una interminable comida, porque el italiano no tenía más remedio que almorzar al día siguente con una señora de su colectividad que a ella no la había invitado (probablemente por falta de mundo o por atraso en las informaciones); y en cuanto se levantaron de la mesa la he visto arrastrar al caballero de Malta al escritorio vacío y besarlo allí apasionadamente. Lo he visto a Paco introducirse en el cuarto de Francis, que dormía, y hundir un cortaplumas en la reproducción fotográfica del "Marte" de Boticcelli de la National Gallery... A Gustavo lo he visto dar vuelta rápidamente a una hoja en la que escribía en momentos en que María Luisa entró: era una carta dirigida a una mujer, a Aimée de Monvel; se puso a garabatear disparatadas operaciones matemáticas en el reverso, para disimular, y como luego, cuando ya no hubo "moros en la costa", siguió redactando la amorosa esquela olvidado de la intromisión, las cifras inconexas provocaron sin duda prolongadas aclaraciones ente él y Aimée... Manuel Mujica Lainez Solo eso soy yo Tu eres el inicio El final El aliento de esperanza Que nunca me faltará. La paz que anhelo La felicidad interior La tristeza de mi alma La interminable petición Y yo Tan solo la voz que reproducira tus palabras Solo el cuenco donde se posará tu amor. La fatigante búsqueda emprendida en tu nombre para testimoniar tu razón. Mi voluntad última: Tu última decisión Solo eso soy yo. María José Real Un mundo feliz (fragmento) ... Bernard se sonrojó, turbado. "Verás" dijo, tartamudeando y sin mirarle "supongo que soy bastante diferente a los demás. Si por azar la decantación de uno de nosotros es diferente..." "Sí, tienes razón" asintió el jóven. "Si uno es diferente se ve condenado a la soledad. Los demás le tratan brutalmente. Sabes que a mí me han mantenido alejado de todo? Cuando los otros muchachos fueron enviados a pasar la noche a las montañas, donde sueñan con su respectivo animal sagrado, a mí no me dejaron ir, tampoco me revelaron ninguno de sus secretos. Pero yo lo hice todo por mí mismo" agregó. "Pasé cinco días sin comer absolutamente nada y una noche me marché solo a aquellas montañas"... Aldous Huxley El vuelo del aguila (fragmento) ... Parece extraño que no podamos encontrar un manera de vivir en la cual no haya conflicto, confusión ni desdicha, sino gran abundancia de amor y de consideración....... En la misma demanda de libertad hay miedo, porque la libertad puede implicar inseguridad total, absoluta y uno teme estar completamente inseguro...... Esa demanda de seguridad engendra inevitablemente temor y sintiéndonos atemorizados dependemos más y más de las cosas a las cuales estamos apegados. Es el miedo el que engendra ansiedad, apego, deseo de posesión, de dominación , celos en todas las relaciones y es el miedo el que engendra la violencia...... J.Krishnamurti Adios, te digo adios y acaso te quiera todavia, no se si he de olvidarte pero te digo adios. No se si me quisiste, no se si te he querido... o tal vez nos quisimos demasiado los dos, No se si te ame mucho, no se si te ame poco, pero si se que nunca volvere a amar asi. Adios, te digo adios y acaso con esta despedida mis mas preciado sueño muera dentro de mi... Pero te digo adios para toda la vida aunque toda la vida siga pensando en ti. Jose Angel Buesa Andas por esos mundos como yo... no me digas que no existes. Existes: nos hemos de encontrar; no nos conoceremos. Disfrazados y torpes por los mismos caminos echaremos a andar. Quizas nos encontremos frente a frente algun dia, quizas nuestros disfraces nos logremos quitar... Y ahora me pregunto: cuando ocurra, si ocurre, sabras tu de suspiros?, sabre yo suspirar? Alfonsina Storni Puedo escribir los versos mas tristes esta noche. Escribir por ejemplo: " La noche esta estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos mas tristes esta noche. yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como esta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos mas tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oir la noche inmensa, mas inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocio. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no esta conmigo. Eso es todo: A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no esta conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos arboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oido. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa, y estos sean los últimos versos que yo le escribo. Pablo Neruda En este momento especial de la vida... Piensa libremente. Practica la paciencia. Sonrie con frecuencia. Saborea los momentos especiales. Haz amigos nuevos. Redescubre los de antes. Dí a tus seres queridos que los amas. Siente profundamente. Olvida los problemas. Perdona a un enemigo. Ten esperanzas. Crece. Sé loco. Observa los milagros. Obralos. Descarta las preocupaciones. Da. Cede. Ten esa confianza que permite recibir. Corta algunas flores. Compártelas. Cumple una promesa. Busca arco iris. Contempla las estrellas. Trabaja mucho. Se prudente. Trata de comprender. Reserva tiempo para la gente. Reserva tiempo para ti mismo. Rie con ganas. Esparce la alegria. Acepta un riesgo. Ofrécete. Abrete a alguien. Prueba algo nuevo. Aminora la marcha. Se blando, a veces. Cree en ti mismo. Confía en otros. Mira un amanecer. Escucha la lluvia. Rememora. Llora cuando te sea preciso. Cree en la vida. Ten fe. Reconforta a un amigo. Alberga ideas buenas. Comete algunos errores. Aprende de ellos. Celebra la vida. Jan Michelsen Confieso que he vivido (fragmento) Mi suicidio diplomático me proporcionó la más grande alegría: la de poder regresar a Chile. Pienso que el hombre debe vivir en su patria y creo que el desarraigo de los seres humanos es una frustración que de alguna manera u otra entorpece la claridad del alma. Yo no puedo vivir sino en mi propia tierra; no puedo vivir sin poner los pies, las manos y el oído en ella, sin sentir la circulación de sus aguas y de sus sombras, sin sentir cómo mis raíces buscan en su légamo las substancias maternas Pablo Neruda (al regresar después de haber estado fuera de su país por más de 15 años como Cónsul chileno en diferentes países) La poesía ... Cuánta obra de arte... Ya no caben en el mundo... Hay que colgarlas fuera de las habitaciones... Cuánto libro... Cuánto librito... Quién es capaz de leerlos?... Si fueran comestibles... Si en una ola de gran apetito los hiciéramos ensalada, los picáramos, los aliñáramos... Ya no se puede más... Nos tienen hasta las coronillas... Se ahoga el mundo en la marea... Reverdy me decía: "Avisé al correo que no me los mandara. No podía abrirlos. No tenía sitio. Trepaban por los muros, temí una catástrofe, se desplomarían sobre mi cabeza"... JTodos conocen a Eliot...Antes de ser pintor, de dirigir teatros, de escribir luminosas críticas, leía mis versos... Yo me sentía halagado.. Nadie los comprendía mejor... Hasta que un día comenzó a leerme los suyos y yo, egoísticamente, corrí prostando: "No me los lea, no me los lea"... Me encerré en el baño, pero Eliot, a través de la puerta, me los leía... El poeta Frazer, de Escocia, estaba presente... Me increpó: "Por qué tratas así a Eliot?"... Le respondí: "No quiero perder a mi lector. Lo he cultivado. Ha conocido hasta las arrugas de mi poesía... Tiene tanto talento... Puede hacer cuadros... Puede escribir ensayos... Pero quiero guardar este lector, conservarlo, regarlo como planta exótica... Tú me comprendes, Frazer".... Porque la verdad, si esto sigue, los poetas publicarán sólo para otros poetas... Pero esta publicación de poeta a poeta no me tienta, no me provoca, no me incita sino a emboscarme en la naturaleza, frente a una roca y a una ola, lejos de las editoriales, del papel impreso... La poesía ha perdido su vínculo con el lejano lector... Tiene que recobrarlo... Tiene que caminar en la oscuridad encontrarse con el corazón del hombre, con los ojos de la mujer, con los desconocidos de las calles, de los que a cierta hora crepuscular, o en plena noche estrellada, necesitan aunque sea no más que un solo verso... Esa visita a lo imprevisto vale todo lo andado, todo lo leído, todo lo aprendido... Hay que perderse entre los que no conocemos para que de pronto recojan lo nuestro de la calle, de la arena, de las hojas caídas mil años en el mismo bosque... y tomen tiernamente ese objeto que hicimos nosotros... Sólo entonces seremos verdadermanente poetas... En ese objeto vivirá la poesía... Pablo Neruda Tras un mundo de detalles Hay una frase escondida tras cada verso que me cantas Un deseo silenciado por la razón Un adiós imperceptible en cada paso Hay un fragmento de historia reservada tras cada relato que narras Un gris que escapa del azul de tu mirada tras cada recuerdo que evocas; una intención ajena a lo que tu corazón desea una petición ahogada tras cada oración que al cielo elevas Hay una caricia oculta En las manos que me buscan para jugar Un abrazo que no quiere terminar Un beso que a mis labios no llegará Hay un mundo de detalles tras lo que has elegido llamar amistad Hay un amor más grande tras lo que me he obligado a llamar compañía Lo que río, lo que hablo, Cómo escucho, cuando canto Todo esto tras los deseos de decir "te amo" Maria José Real Para permanecer Sólo necesito tu cuerpo para amanecer Sólo tu aliento para volverme suspiro Me basta tu locura para reír sin recelo Tu voz para dejarme en silencio Sólo tus manos para sentirme Sólo tus brazos para nacer Sólo respiro desde tus adentros Sólo pierdo el sentido sobre tu piel Me basta tu espacio para encontrarme Tu palabra para atreverme a perder Tu sola presencia Tu tan única existencia Grita un motivo más Para salvar todo en la espera Y permanecer. María José Real Guízar La rebelión de las masas (fragmento) (1937) Dondequiera ha surgido el hombre-masa de que este volumen se ocupa, un tipo de hombre hecho de prisa, montado nada más que sobre unas cuantas y pobres abstracciones y que, por lo mismo, es idéntico de un cabo de Europa al otro. A él se debe el triste aspecto de asfixiante monotonía que va tomando la vida en todo el continente. Este hombre-masa es el hombre previamente vaciado de su propia historia, sin entrañas de pasado y, por lo mismo, dócil a todas las disciplinas llamadas 'internacionales'. Más que un hombre es sólo un caparazón de hombre constituido por meros 'idola fori'; carece de un 'dentro', de una intimidad suya, inexorable e inalienable, de un 'yo' que no se pueda revocar. De aquí que esté siempre en disponibilidad para fingir ser cualquier cosa. Tiene sólo apetitos, cree que tiene solo derechos y no cree que tiene obligaciones; es el hombre sin la nobleza que obliga -'sine nobilitate'-, "snob"*. Este universal esnobismo, que tan claramente aparece, por ejemplo, en el obrero actual, ha cegado las almas para comprender que, si bien toda estructura dada de la vida continental tiene que ser trascendida, ha de hacerse esto sin pérdida grave de su interior pluralidad. Como el esnob está vacío de destino propio, como no siente que existe sobre el planeta para hacer algo determinado e incanjeable, es incapaz de entender que hay misiones particulares y especiales mensajes. * En Inglaterra las listas de vecinos indicaban junto a cada nombre el oficio y rango de la persona. Por eso, junto la nombre de los simples burgueses aparecía la abreviatura 's. nob.'; es decir, sin nobleza. Este es el origen de la palabra 'snob'. José Ortega y Gasset La recompensa Piel de arena Aroma a madera Eres la memoria que había perdido La serena compañía que no hallaba Ojos azules Roble de cera Eres de mi vigilia el sueño De mi espera la recompensa María José Real Guízar La rebelión de las masas (fragmento) (1937) De estos esfuerzos es el lenguaje quien consigue a veces declarar con mayor aproximación algnas de las cosas que nos pasan dentro. Nada más. Pero de ordinario no usamos estas reservas. Al contrario, cuando el hombre se pone a hablar, lo hace porque creee que va a poder decir cuanto piensa. Pues bien: esto es ilusorio. El lenguaje no da para tanto. Dice, poco más o menos, una parte de lo que pensamos, y pone una valla infranqueable a la transfusión del resto. Sirve bastante bien para enunciados y pruebas matemáticas; ya al hablar de la física empieza a hacerse equívoco e insuficiente. Pero conforme la conversación ocupa de temas más importantes que ésos, más humanos, más 'reales', va aumentando su imprecisión, su torpeza y confusionismo. Dóciles al prejuicio inveterado de que hablando nos entendemos, decimos y escuchamos de buena fe, que acabamos muchas veces por malentendernos mucho más que si, mudos, procurásemos adivinarnos. José Ortega y Gasset Tu Risa, de "Los Versos del Capitán" Quítame el pan, si quieres, quítame el aire, pero no me quites tu risa. No me quites la rosa, la lanza que desgranas, el agua que de pronto estalla en tu alegría, la repentina ola de plata que te nace. Mi lucha es dura y vuelvo con los ojos cansados a veces de haber visto la tierra que no cambia, pero al entrar tu risa sube al cielo buscándome y abre para mi todas las puertas de la vida. Amor mío, en la hora mas oscura desgrana tu risa, y si de pronto ves que mi sangre mancha las piedras de la calle, ríe, porque tu risa será para mis manos como una espada fresca. Junto al mar en otono, tu risa debe alzar su cascada de espuma, y en primavera, amor, quiero tu risa como la flor que yo esperaba, la flor azul, la rosa de mi patria sonora. Ríete de la noche, del día, de la luna, ríete de las calles torcidas de la isla, ríete de este torpe muchacho que te quiere, pero cuando yo abro los ojos y los cierro, cuando mis pasos van, cuando vuelven mis pasos, niégame el pan, el aire, la luz, la primavera, pero tu risa nunca porque me moriría. Pablo Neruda Nostalgia ¿De qué se nutre la nostalgia? Uno evoca dulzuras cielos atormentados tormentas celestiales escándalos sin ruido paciencias estiradas árboles en el viento oprobios prescindibles bellezas del mercado cánticos y alborotos lloviznas como pena escopetas de sueño perdones bien ganados pero con esos mínimos no se arma la nostalgia son meros simulacros la válida la única nostalgia es de tu piel. Mario Benedetti Estados de ánimo Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas unas veces me siento como una acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano a veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas pero hoy me siento apenas como una laguna insomne con un embarcadero ya sin embarcaciones una laguna verde inmóvil y paciente conforme con sus algas sus musgos y sus peces sereno en mi confianza confiado en que una tarde te acerque y te mires te mires al mirarme. Mario Benedetti Rostro de Vos Tengo una soledad tan concurrida tan llena de nostalgias y de rostros de vos de adioses hace tiempo y besos bienvenidos de primeras de cambio y de ultimo vagón tengo una soledad tan concurrida que puedo organizarla como una procesión por colores tamaños y promesas por época por tacto y por sabor sin un temblor de mas me abrazo a tus ausencias que asisten y me asisten con mi rostro de vos estoy lleno de sombras de noches y deseos de risas y de alguna maldición mis huéspedes concurren concurren como sueños con sus rencores nuevos su falta de candor yo les pongo una escoba tras la puerta porque quiero estar solo con mi rostro de vos pero el rostro de vos mira a otra parte con sus ojos de amor que ya no aman como víveres que buscan a su hambre miran y miran y apagan mi jornada las paredes se van queda la noche las nostalgias se van no queda nada ya mi rostro de vos cierra los ojos y es una soledad tan desolada. Mario Benedetti Piedritas en la ventana De vez en cuando la alegría tira piedritas contra mi ventana quiere avisarme que está ahi esperando pero hoy me siento calmo casi diría ecuánime voy a guardar la angustia en su escondite y luego a tenderme cara al techo que es una posición gallarda y cómoda para filtrar noticias y creerlas quién sabe dónde quedan mis próximas huellas ni cuándo mi historia va a ser computada quién sabe qué consejos voy a inventar aún y qué atajo hallaré para no seguirlos está bien no jugaré al desahucio no tatuaré el recuerdo con olvidos mucho queda por decir y callar y también quedan uvas para llenar la boca está bien me doy por persuadido que la alegría no tire más piedritas abriré la ventana abriré la ventana. Mario Benedetti Táctica y estrategia Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé como ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos mi estrategia es en cambio más profunda y más simple mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites. Mario Benedetti Los formales y el frío Quien iba a prever que el amor ese informal se dedicara a ellos tan formales mientras almorzaban por primera vez ella muy lenta y él no tanto y hablaban con sospechosa objetividad de grandes temas en dos volúmenes su sonrisa la de ella era como un augurio o una fábula su mirada la de él tomaba nota de cómo eran sus ojos los de ella pero sus palabras las de él no se enteraban de esa dulce encuesta como siempre o como casi siempre la política condujo a la cultura así que por la noche concurrieron al teatro sin tocarse una uña o un ojal ni siquiera una hebilla o una manga y como a la salida hacía bastante frío y ella no tenía medias sólo sandalias por las que asomaban unos dedos muy blancos e indefensos fue preciso meterse en un boliche y ya que el mozo demoraba tanto ellos optaron por la conficencia extra seca y sin hielo por favor cuando llegaron a su casa la de ella ya el frío estaba en sus labios los de él de modo que ella fábula y augurio le dio refugio y café instantáneos una hora apenas de biografía y nostalgias hasta que al fin sobrevino un silencio como se sabe en estos casos es bravo decir algo que realmente no sobre él probó sólo falta que me quede a dormir y ella probó por qué no te quedás y él no me lo digas dos veces y ella bueno por qué no te quedás de manera que él se quedó en principio a besar sin usura sus pies fríos los de ella después ella besó sus labios los de él que a esa altura ya no estaban tan fríos y sucesivamente así mientras los grandes temas dormían el sueño que ellos no durmieron. Mario Benedetti Amor, de tarde Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las cuatro y acabo la planilla y pienso diez minutos y estiro las piernas como todas las tardes y hago asi con los hombros para aflojar la espalda y me doblo los dedos y les saco mentiras. Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las cinco y soy una manija que calcula intereses o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas o un oído que escucha como ladra el teléfono o un tipo que hace números y les saca verdades. Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las seis. Podrías acercarte de sorpresa y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos yo con la mancha roja de tus labios tú con el tizne azul de mi carbónico. Mario Benedetti Asunción de ti 1 Quién hubiera creido que se hallaba sola en el aire, oculta, tu mirada. Quién hubiera creído esa terrible ocasión de nacer puesta al alcance de mi suerte y mis ojos, y que tú y yo iríamos, despojados de todo bien, de todo mal, de todo, a arrojarnos en el mismo silencio, a inclinarnos sobre la misma fuente para vernos y vernos mutuamente espiados en el fondo, temblando desde el agua, descubriendo, pretendiendo alcanzar quién eras tu detrás de esa cortina, quién era yo detrás de mi. Y todavía no hemos visto nada. Espero que alguien venga, inexorable, siempre temo y espero, y acabe por nombrarnos en un signo, por situarnos en alguna estación por dejarnos allí, como dos gritos de asombro. Pero nunca será. Tú no eres ésa, yo no soy ése, ésos, los que fuimos antes de ser nosotros. Eras si pero ahora suenas un poco a mi. Era si pero ahora tengo un poco de ti. No demasiado, solamente un toque, acaso un leve rasgo familiar, pero que fuerce a todos a abarcarnos a ti y a mi cuando nos piensen solos. 2 Hemos llegado al crepúsculo neutro donde el día y la noche se funden y se igualan. Nadie podrá olvidar este descanso. Pasa sobre mis párpados el cielo fácil a dejarme los ojos vacíos de ciudad. No pienses ahora en el tiempo de agujas, en el tiempo de pobres desesperaciones. Ahora sólo existe el anhelo desnudo, el sol que se desprende de sus nubes de llanto, tu rostro que se interna noche adentro hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa. 3 Puedes querer el alba cuando ames. Puedes venir a reclamarte como eras. He conservado intacto tu paisaje. Lo dejaré en tus manos cuando éstas lleguen, como siempre, anunciándote, Puedes venir a reclamarte como eras. Aunque ya no seas tú. Aunque mi voz te espere sola en su azar quemando y tu sueño sea eso y mucho más. Puedes amar el alba cuando quieras. Mi soledad ha aprendido a ostentarte. Esta noche, otra noche tú estarás y volverá a gemir el tiempo giratorio y los labios dirán esta paz ahora esta paz ahora. Ahora puedes venir a reclamarte, penetrar en tus sábanas de alegre angustia, reconocer tu tibio corazón sin excusas, los cuadros persuadidos, saberte aquí. Habrá para aprender otra piedad y el momento del sueño y el amor que aquí permanecieron. Esta noche, otra noche tú estarás, tibia estarás al alcance de mis ojos, lejos ya de la ausencia que no nos pertenece. He conservado intacto tu paisaje pero no sé hasta donde está intacto sin tí, sin que tú le prometas horizontes de niebla, sin que tú le reclames su ventana de arena. Puedes querer el alba cuando ames. Debes venir a reclamarte como eras. Aunque ya no seas tú, aunque contigo traigas dolor y otros milagros. Aunque seas otro rostro de tu cielo hacia mí. Mario Benedetti Soledades Ellos tienen razón esa felicidad al menos con mayúscula no existe ah pero si existiera con minúscula sería semejante a nuestra breve presoledad después de la alegría viene la soledad después de la plenitud viene la soledad después del amor viene la soledad ya sé que es una pobre deformación pero lo cierto es que en ese durable minuto uno se siente solo en el mundo sin asideros sin pretextos sin abrazos sin rencores sin las cosas que unen o separan y en esa sola manera de estar solo ni siquiera uno se apiada de uno mismo los datos objetivos son como sigue hay diez centímetros de silencio entre tus manos y mis manos una frontera de palabras no dichas entre tus labios y mis labios y algo que brilla asi de triste entre tus ojos y mis ojos claro que la soledad no viene sola si se mira por sobre el hombre mustio de nuestras soledades se verá un largo y compacto imposible un sencillo respeto por terceros o cuartos ese percance de ser buena gente después de la alegría después de la plenitud después del amor viene la soledad conforme pero qué vendrá después de la soledad a veces no me siento tan solo si imagino mejor dicho si sé que más allá de mi soledad y de la tuya otra vez estás vos aunque sea preguntándome a solas qué vendrá después de la soledad. Mario Benedetti Me sirve y no me sirve La esperanza tan dulce tan pulida tan triste la promesa tan leve no me sirve no me sirve tan mansa la esperanza la rabia tan sumisa tan débil tan humilde el furor tan prudente no me sirve no me sirve tan sabia tanta rabia el grito tan exacto si el tiempo lo permite alarido tan pulcro no me sirve no me sirve tan bueno tanto trueno el coraje tan dócil la bravura tan chirle la intrepidez tan lenta no me sirve no me sirve tan fría la osadía sí me sirve la vida que es vida hasta morirse el corazón alerta sí me sirve me sirve cuando avanza la confianza me sirve tu mirada que es generosa y firme y tu silencio franco sí me sirve me sirve la medida de tu vida me sirve tu futuro que es un presente libre y tu lucha de siempre si me sirve me sirve tu batalla sin medalla me sirve la modestia de tu orgullo posible y tu mano segura sí me sirve me sirve tu sendero compañero. Mario Benedetti Hasta mañana Voy a cerrar los ojos en voz baja voy a meterme a tientas en el sueño. En este instante el odio no trabaja para la muerte, que es su pobre dueño la voluntad suspende su latido y yo me siento lejos, tan pequeño que a Dios invoco, pero no le pido nada, con tal de compartir apenas este universo que hemos conseguido por las malas y a veces por las buenas. ¿Por qué el mundo soñado no es el mismo que este mundo de muerte a manos llenas? Mi pesadilla es siempre el optimismo: me duermo débil, sueño que soy fuerte, pero el futuro aguarda. Es un abismo. No me lo digan cuando me despierte. Mario Benedetti Noción de patria Cuando resido en este país que no sueña cuando vivo en esta ciudad sin párpados donde sin embargo mi mujer me entiende y ha quedado mi infancia y envejecen mis padres y llamo a mis amigos de vereda a vereda y puedo ver los árboles desde mi ventana olvidados y torpes a las tres de la tarde siento que algo me cerca y me oprime como si una sombra espesa y decisiva descendiera sobre mí y sobre nosotros para encubrir a ese alguien que siempre afloja el viejo detonador de la esperanza. Cuando vivo en esta ciudad sin lágrimas que se ha vuelto egoísta de puro generosa que ha perdido su ánimo sin haberlo gastado pienso que al fin ha llegado el momento de decir adiós a algunas presunciones de alejarse tal vez y hablar otros idiomas donde la indiferencia sea una palabra obsena. Confieso que otras veces me he escapado. Diré ante todo que me asomé al Arno que hallé en las librerías de Charing Cross cierto Byron firmado por el vicario Bull en una navidad de hace setenta años. Desfilé entre los borrachos de Bowery y entre los Brueghel de la Pinacoteca comprobé cómo puede trastornarse el equipo sonoro del Chateau de Langeais explicando medallas e incensarios cuando en verdad había sólo armaduras. Sudé en Dakar por solidaridad vi turbas galopando hasta la Monna Lisa y huyendo sin mirar a Botticelli vi curas madrileños abordando a rameras y en casa de Rembrandt turistas de Dallas que preguntaban por el comedor suecos amontonados en dos metros de sol y en Copenhague la embajada rusa y la embajada norteamericana separadas por un lindo cementerio. Vi el cadáver de Lídice cubierto por la nieve y el carnaval de Río cubierto por la samba y en Tuskegee el rabioso optimismo de los negros probé en Santiago el caldillo de congrio y recibí el Año Nuevo en Times Square sacándome cornetas del oído. Vi a Ingrid Bergman correr por la Rue Blanche y salvando las obvias diferencias vi a Adenauer entre débiles aplausos vieneses vi a Kruschev saliendo de Pennsylvania Station y salvando otra vez las diferencias vi un toro de pacífico abolengo que no quería matar a su torero. Vi a Henry Miller lejos de sus trópicos con una insolación mediterránea y me saqué una foto en casa de Jan Neruda dormí escuchando a Wagner en Florencia y oyendo a un suizo entre Ginebra y Tarascón vi a gordas y humildes artesanas de Pomaire y a tres monjitas jóvenes en el Carnegie Hall marcando el jazz con negros zapatones vi a las mujeres más lindas del planeta caminando sin mí por la Vía Nazionale. Miré admiré traté de comprender creo que en buena parte he comprendido y es estupendo todo es estupendo sólo allá lejos puede uno saberlo y es una linda vacación es un rapto de imágenes es un alegre diccionario es una fácil recorrida es un alivio. Pero ahora no me quedan más excusas porque se vuelve aquí siempre se vuelve. La nostalgia se escurre de los libros se introduce debajo de la piel y esta ciudad sin párpados este país que nunca sueña de pronto se convierte en el único sitio donde el aire es mi aire y la culpa es mi culpa y en mi cama hay un pozo que es mi pozo y cuando extiendo el brazo estoy seguro de la pared que toco o del vacío y cuando miro el cielo veo acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur mi alrededor son los ojos de todos y no me siento al margen ahora ya sé que no me siento al margen. Quizá mi única noción de patria sea esta urgencia de decir Nosotros quizá mi única noción de patria sea este regreso al propio desconcierto. Mario Benedetti El infinito De un tiempo a esta parte el infinito se ha encogido peligrosamente. Quién iba a suponer que segundo a segundo cada migaja de su pan sin límites iba así a despeñarse como canto rodado en el abismo. Mario Benedetti Bienvenida Se me ocurre que vas a llegar distinta no exactamente más linda ni más fuerte ni más dócil ni más cauta tan sólo que vas a llegar distinta como si esta temporada de no verme te hubiera sorprendido a vos también quizá porque sabés cómo te pienso y te enumero después de todo la nostalgia existe aunque no lloremos en los andenes fantasmales ni sobre las almohadas de candor ni bajo el cielo opaco yo nostalgia tú nostalgias y cómo me revienta que él nostalgie tu rostro en la vanguardia tal vez llega primero porque lo pinto en las paredes con trazos invisibles y seguros no olvides que tu rostro me mira como pueblo sonríe y rabia y canta como pueblo y eso te da una lumbre inapagable ahora no tengo dudas vas a llegar distinta y con señales con nuevas con hondura con franqueza sé que voy a quererte sin preguntas sé que vas a quererme sin respuestas. Mario Benedetti Cada ciudad puede ser otra Los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan. Jaime Sabines Cada ciudad puede ser otra cuando el amor la transfigura cada ciudad puede ser tantas como amorosos la recorren el amor pasa por los parques casi sin verlos amándolos entre la fiesta de los pájaros y la homilía de los pinos cada ciudad puede ser otra cuando el amor pinta los muros y de los rostros que atardecen unos es el rostro del amor y el amor viene y va y regresa y la ciudad es el testigo de sus abrazos y crepúsculos de sus bonanzas y aguaceros Mario Benedetti Corazón coraza Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas las imágenes porque eres linda desde el pie hasta el alma porque eres buena desde el alma a mí porque te escondes dulce en el orgullo pequeña y dulce. Corazón coraza Porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor si no te miro Porque tú siempre existes dondequiera pero existes mejor donde te quiero porque tu boca es sangre y tienes frío tengo que amarte amor tengo que amarte aunque esta herida duela como dos aunque te busque y no te encuentre y aunque la noche pase y yo te tenga y no. Mario Benedetti |